Lincoln Motor Company fue fundada por Henry Leland en 1917 como fabricante de motores de aviones Liberty. Al terminar la guerra con el optimismo y la prosperidad que representó la década de 1920, buscó darle un nuevo giro a su empresa para la construcción de algo más atractivo: coches de lujo.
Leland era conocido en Detroit como el "Maestro de la precisión", y sus motores Lincoln eran sinónimo de potencia, fiabilidad, e ingeniería innovadora. Pero mientras sus autos sobresalían por su ingeniería, carecían de diseño y se esforzaban por encontrar el éxito en el mercado automotriz estadounidense. A finales de 1921 Lincoln se vio obligado a declararse en bancarrota.
Al ver la oportunidad de añadir una división de lujo a su marca, Henry Ford compró Lincoln en Febrero de ese año y nombró a su hijo, Edsel, presidente. Fue una estrategia de la que no se arrepentiría. Con la visión del joven Ford, Lincoln creció rápidamente hasta convertirse en una de las mejores marcas de automóviles de lujo en Estados Unidos, junto con la creación de algunos de los vehículos más emblemáticos de la historia del diseño automotriz. Casi 100 años más tarde, el nombre de Lincoln sigue siendo sinónimo de lujo y estilo.